miércoles, 24 de julio de 2013

Lagrimar

El silencio de la noche
te refleja, cristalina;
en las hojas de los árboles
caes pura y vespertina.
Gota húmeda y mortuoria, 
lapidaria y libertina…
¿Ahogaste a aquel cadáver
que se lleva la matina?

Arde un alba renaciente
donde nadie ya domina,
donde libre es el que vuela
tanto como el que camina.
Dulces mares sin corriente,
tersas rosas sin espinas
(el cadáver se sumerge
en bendita agua marina).

Diste vida a estas tierras,
y a toda tierra vecina:
fecundaste en las raíces
esa fuerza repentina.
Gota húmeda y mortuoria,
lapidaria y libertina,
¿Has ahogado al pensamiento
en tus brotes de asesina?

Algo flota inanimado,
el dolor se difumina
y se pierde para siempre
en huida clandestina.
Gota lúgubre y versátil,
arrojaste en una esquina
al cadáver que se escapa
del recuerdo y la retina.




No hay comentarios:

Publicar un comentario