domingo, 3 de mayo de 2009

Fragmentaciones

No me gusta hablar de mí­, sino de ínfimas porciones de vida que funcionan como un todo; pequeños engranajes moleculares que llevan a cabo tareas innatas, que nunca se cuestionan.Materia gris que doblega a sus bufones químico-orgánicos, y les da forma a través de un movimiento o una reacción nerviosa, nunca mía, sino de aquellas í­nfimas porciones de vida que funcionan como el Todo.Sólo puedo reconocerme como la esponja que absorbe el afuera. El entorno que me rodea, eso sí­ es mí­o, pero no las formas de asimilarlo ni de responder a él.Yo no soy quien me controla, soy el medio por el cual acciona una cantidad desmesurada de entes de í­ndole diversa. Todos ellos se expresan a través de la figura que agrupados conforman, que se hace visible para el afuera como un cuerpo, como la esponja.Lo que transmite la mirada no es más que lo que fue subordinada a mostrar; lo que hace la voz audible es el mensaje que le han obligado compartir.Ahora, alguien me dice que escriba estas líneas, me muestra palabras y las pone en un orden determinado bajo el accionar de la mano que el afuera ve como mí­a, pero que en realidad es ellos.Obedezco, mas quisiera que crezcan otras manos en este cuerpo, manos que me pertenezcan, y que escurriesen la esponja hasta vaciarla de todo contenido, hasta dejarla en su estado primitivo.

1 comentario:

  1. Buen blog!! sonaba todo un poco a cuando en la pelicula el club de la lucha dicen: "hola soy los riñones de paul"... ok no me hagas caso!! jaja, en fin seguire tu blog!

    Saludos!!!!

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